jueves, 5 de septiembre de 2013

La tecnología, lo auténtico y lo realmente importante en la música

Desde que empezara a tocar el violín con 9 años, han pasado ya 20... ¡20 años! En ese tiempo, he tenido la oportunidad de viajar por parte del mundo, conocer mucha gente y muchos puntos de vista... todo desde el punto de vista musical. Por eso, cuando me decidí a abrir un blog contando las experiencias de estos 20 años, me pregunté... ¿Por dónde empiezo? ¿Cuento las fiestas privadas donde yo he elegido y puesto la música? ¿Los conciertos con las orquestas del conservatorio? ¿Anécdotas como despertar un día sin saber que esa misma noche tocaría en La Riviera?

Sin embargo, aunque esas historias llegarán, creo que este blog debería reflejar mi punto de vista sobre qué es a día de hoy el mundo del audio y la música para un músico como yo, con mi evolución durante estos 20 años. 

Hoy os quiero hablar de 3 historias. Nada más, solo eso: 3 simples historias relacionadas con la música.


1) La tecnología. El mundo del audio es uno de los más beneficiados por los avances. Pasamos de pianos con un determinado sonido estático a sintetizadores donde cada uno podía generar su propio sonido. Pasamos de grandes estudios llenos de equipo a poder grabar álbumes en un iPad en cualquier lugar. Yo pienso que todos los avances son buenos: el factor romántico de hacer todo a la antigua usanza da una recompensa emocional que no se puede igualar con lo frío que es el mundo digital. Pero el mundo digital nos permite potenciar y multiplicar nuestra creatividad para que no se pierdan las ideas. Porque ahora todo es realizable. 

Discutir que los DJ's actuales no pinchen con vinilos o que usen el famoso botón de sync es estéril. Porque sería como defender las máquinas de escribir a día de hoy, cuando con un ordenador somos mil veces más productivos. Entiendo que la gente de la antigua escuela lo haga así, pero menospreciar el trabajo de alguien por usar herramientas que permiten llevar sus ideas más allá no me parece justo. Como decía el famoso anuncio de Pirelli, "La potencia sin control no sirve de nada". Usa la tecnología para potenciar tu música, pero aprende qué es cada elemento, cada parámetro. O si no, no te servirá de nada.



2) Lo auténtico. Todavía recuerdo cuando, con 17 años, pensaba que cualquier música que no fuera heavy no era auténtica. Y a día de hoy me río de aquello. Por una razón: porque lo auténtico es una soberana bobada. No hay estilos más auténticos que otros. No hay que pinchar determinado estilo "porque tenga más clase". Pienso que la música hay que disfrutarla y no cerrarse en banda. Y en el proceso de creación, igual. 

Que no te vendan que pinchar con Serato o Traktor es de baja categoría. Que no te coman el coco con "si no usas el estándar de la industria, vas mal". Y sobre todo, no te creas a nadie que venga discriminando tu música/técnica por alejarse de ciertos cánones. Las reglas están para romperlas. Lo auténtico no es pinchar con vinilos, es darle al público de la sala una noche inolvidable independientemente de si pinchas con un iPad. Lo auténtico no es interpretar la partitura cuadriculadamente, sino darle tu espíritu y que se vea tu marca. Y lo auténtico no es salir con una playlist estudiada para un sitio, sino improvisar dependiendo de como veas a tu público. 



3) Lo realmente importante. Cuanto más entras en el mundo del audio, más te picas. Más quieres saber, más gente conoces. Y llegará el punto en que te recomienden tanto algo que pasará a ser sagrado: cierto compresor, cierta configuración para la EQ, cierto micro específico, cierta manera de grabar o pinchar...

Olvida todo eso. Interésate por mejorar, por imprimir tu sello y no lo de los demás. Porque siendo como los demás, nunca destacarás. Por suerte, tenemos Internet lleno de tutoriales para aprender. No te preocupes de tener el mejor equipo disponible, sino el que te venga bien a ti. El que cubra tus necesidades. Tener un Ferrari para ir a comprar el pan puede quedar muy bonito de cara a la galería, pero no encaja. 


Lo realmente importante es que disfrutes.