Cada grupo tiene una serie de conciertos en su haber que son los que les definen. Son los que marcaron su trayectoria, los que formarán parte de su top10… Los que siempre se recordarán.
El de ayer era el tercer concierto que yo veía de Fisherman’s Horizon. Siempre que me ha sido posible, me he acercado a verlos. El primero que vi fue el de la Sala Caracol en 2013, donde fueron absolutamente una máquina de sorpresas entre las proyecciones y lo bien conjuntados que estaban. El de Taboo, hace unas semanas, era a mi juicio el mejor concierto que siempre darían: presentando disco, con cantante invitada (Paula), con las proyecciones mejoradas, Iván en toda su salsa… Y el grupo funcionando mucho mejor que en Caracol. Pensaba que estaba en el concierto definitivo de Fisherman’s Horizon. Pero eso era hasta ayer.
El de ayer pasará a la historia como un concierto donde Fisherman’s Horizon se creyeron lo buenos que son. Hay mucha experiencia y ya llevan lo suficiente como para ir bien conjuntados todos. Pero ayer había truco: no estaba Iván (está en Alemania) y eso ponía en duda dos grandes elementos de Fisherman’s Horizon. Por una parte, es indudable que conozco como toca Iván desde hace años y su estilo es inconfundible, tiene una calidad inmensa. Sustituir su habilidad a la guitarra iba a ser algo muy difícil. Pero algo incluso mayor era lo que me hacía temblar: Iván es el frontman perfecto. Por sus bromas, por su rapidez a la hora de interactuar con el público, por su simpatía… Siempre que oías “Somos Fisherman's Horizon y tocamos canciones de videojuegos; somos unos frikis pero somos buena gente” era absolutamente una marca de la casa. Y así con cada canción, con sus míticos “esperamos que os guste”.
Para la parte de la guitarra, Fisherman’s Horizon pasó a explicar que Edu sustituiría a Iván en este concierto. Y la verdad, como le dije al propio Edu al acabar el concierto, me sorprendió mucho la gran capacidad de adaptarse a una máquina ya rodada como son FH y que casi todo fuera sin fisuras. Es obvio que dar un concierto de tantos temas (y algunos tan complicados como Seeds of Glory) así como presentación ante el público era algo temible. Sin embargo, Edu cumplió con creces y me dejó alucinado. Hay facetas donde Iván es insuperable, pero sin embargo, ayer hubo momentos (la parte de piano y guitarra en Madness In Dreamland tras la locura de voces) donde Edu simplemente brilló. Y en los solos de Cetra.
Para la labor de frontman, el grupo cogió conciencia de sí mismo e hizo lo que yo pensaba que harían: darle el protagonismo a Alex y ponerle en el centro. El Elton John del grupo se vino arriba desde el minuto 1 y, si bien tomaron algunos elementos de Iván, el resto fue cosecha propia de alta calidad. Creo que cuando hayan dado un par más de conciertos, su faceta de showman y las poses de tocar (sin perder la calidad ni la perfección en la ejecución de los temas) serán otra parte integral del show de FH como lo son “el cencerro de Keeping”, por ejemplo.
Y bien, yendo al show de la noche: el sonido de Silikona, por mucho que se esfuercen, sigue siendo algo que no está a la altura de los grupos. Nadie duda que la sala ha mejorado mucho desde que yo tocara ahí en 2008, pero vamos… la patata de graves que se forma asusta al miedo. Y muchas veces, los técnicos reaccionan tarde a subir elementos dentro del concierto.
El concierto comenzó fortísimo con esa pedazo de intro de Psynergy, con el tema a tope una vez entra el grupo a bloque. Megamatas (con la burla a Sonic) fue la encargada de seguir. A partir de ahí, ayudados con las proyecciones, el grupo desgranó Madness in Dreamland, Last of the Cetra con una Paula que se superó a sí misma (mejorando la interpretación de Taboo… yo la noté mucho más cómoda) y luego con esa maravilla que es Seeds of Glory. Y por supuesto, los dos “Master of puppets” del grupo (como los definió Iván en Taboo) sonaron atronadores y casi perfectos: Keeping the monsters away es un auténtico pelotazo, y A Scar in Time + The Three Caballeros es el tema perfecto para el final del concierto.
En resumen, una auténtica maravilla. Nadie sabe lo que vendrá a partir de ahora (o sí y es que no me apetece decirlo :P) pero os aseguro que el próximo concierto será algo para recordar. Porque este concierto queda para mi como el concierto en el que Fisherman’s Horizon subieron a pasárselo muy bien, con mucha diversión y mucho show. Siempre es difícil suplir a alguien tan importante como Iván, pero la verdad es que si había una manera de hacerlo, fue la de ayer: con complicidades, con la música sonando como un cañón, saliendo por ellos mismos y demostrando que FH es mucho más que la suma de las partes. Como no he comentado nada de ellos, decir que Matas y sus líneas de bajo cada día me sorprenden más. Y de Pablo, lo de siempre: menuda apisonadora. Todo carisma y sobre todo fuerza. Fuerza, fuerza, fuerza. Hay momentos del show donde parece que la batería se le queda pequeña.
En fin, chicos. Seguid así. Porque sois muy grandes.
El de ayer era el tercer concierto que yo veía de Fisherman’s Horizon. Siempre que me ha sido posible, me he acercado a verlos. El primero que vi fue el de la Sala Caracol en 2013, donde fueron absolutamente una máquina de sorpresas entre las proyecciones y lo bien conjuntados que estaban. El de Taboo, hace unas semanas, era a mi juicio el mejor concierto que siempre darían: presentando disco, con cantante invitada (Paula), con las proyecciones mejoradas, Iván en toda su salsa… Y el grupo funcionando mucho mejor que en Caracol. Pensaba que estaba en el concierto definitivo de Fisherman’s Horizon. Pero eso era hasta ayer.
El de ayer pasará a la historia como un concierto donde Fisherman’s Horizon se creyeron lo buenos que son. Hay mucha experiencia y ya llevan lo suficiente como para ir bien conjuntados todos. Pero ayer había truco: no estaba Iván (está en Alemania) y eso ponía en duda dos grandes elementos de Fisherman’s Horizon. Por una parte, es indudable que conozco como toca Iván desde hace años y su estilo es inconfundible, tiene una calidad inmensa. Sustituir su habilidad a la guitarra iba a ser algo muy difícil. Pero algo incluso mayor era lo que me hacía temblar: Iván es el frontman perfecto. Por sus bromas, por su rapidez a la hora de interactuar con el público, por su simpatía… Siempre que oías “Somos Fisherman's Horizon y tocamos canciones de videojuegos; somos unos frikis pero somos buena gente” era absolutamente una marca de la casa. Y así con cada canción, con sus míticos “esperamos que os guste”.
Para la parte de la guitarra, Fisherman’s Horizon pasó a explicar que Edu sustituiría a Iván en este concierto. Y la verdad, como le dije al propio Edu al acabar el concierto, me sorprendió mucho la gran capacidad de adaptarse a una máquina ya rodada como son FH y que casi todo fuera sin fisuras. Es obvio que dar un concierto de tantos temas (y algunos tan complicados como Seeds of Glory) así como presentación ante el público era algo temible. Sin embargo, Edu cumplió con creces y me dejó alucinado. Hay facetas donde Iván es insuperable, pero sin embargo, ayer hubo momentos (la parte de piano y guitarra en Madness In Dreamland tras la locura de voces) donde Edu simplemente brilló. Y en los solos de Cetra.
Para la labor de frontman, el grupo cogió conciencia de sí mismo e hizo lo que yo pensaba que harían: darle el protagonismo a Alex y ponerle en el centro. El Elton John del grupo se vino arriba desde el minuto 1 y, si bien tomaron algunos elementos de Iván, el resto fue cosecha propia de alta calidad. Creo que cuando hayan dado un par más de conciertos, su faceta de showman y las poses de tocar (sin perder la calidad ni la perfección en la ejecución de los temas) serán otra parte integral del show de FH como lo son “el cencerro de Keeping”, por ejemplo.
Y bien, yendo al show de la noche: el sonido de Silikona, por mucho que se esfuercen, sigue siendo algo que no está a la altura de los grupos. Nadie duda que la sala ha mejorado mucho desde que yo tocara ahí en 2008, pero vamos… la patata de graves que se forma asusta al miedo. Y muchas veces, los técnicos reaccionan tarde a subir elementos dentro del concierto.
El concierto comenzó fortísimo con esa pedazo de intro de Psynergy, con el tema a tope una vez entra el grupo a bloque. Megamatas (con la burla a Sonic) fue la encargada de seguir. A partir de ahí, ayudados con las proyecciones, el grupo desgranó Madness in Dreamland, Last of the Cetra con una Paula que se superó a sí misma (mejorando la interpretación de Taboo… yo la noté mucho más cómoda) y luego con esa maravilla que es Seeds of Glory. Y por supuesto, los dos “Master of puppets” del grupo (como los definió Iván en Taboo) sonaron atronadores y casi perfectos: Keeping the monsters away es un auténtico pelotazo, y A Scar in Time + The Three Caballeros es el tema perfecto para el final del concierto.
En resumen, una auténtica maravilla. Nadie sabe lo que vendrá a partir de ahora (o sí y es que no me apetece decirlo :P) pero os aseguro que el próximo concierto será algo para recordar. Porque este concierto queda para mi como el concierto en el que Fisherman’s Horizon subieron a pasárselo muy bien, con mucha diversión y mucho show. Siempre es difícil suplir a alguien tan importante como Iván, pero la verdad es que si había una manera de hacerlo, fue la de ayer: con complicidades, con la música sonando como un cañón, saliendo por ellos mismos y demostrando que FH es mucho más que la suma de las partes. Como no he comentado nada de ellos, decir que Matas y sus líneas de bajo cada día me sorprenden más. Y de Pablo, lo de siempre: menuda apisonadora. Todo carisma y sobre todo fuerza. Fuerza, fuerza, fuerza. Hay momentos del show donde parece que la batería se le queda pequeña.
En fin, chicos. Seguid así. Porque sois muy grandes.